PLAN LECTOR

Diapositiva2

                                          

La importancia de la lectura es un aspecto fuera de toda duda en lo que respecta al desarrollo integral de nuestros alumnos y alumnas. El desarrollo de la competencia lectora del alumnado precisa, en el ámbito escolar, de una actuación coordinada y programada. Esta es, precisamente, la función de un Plan Lector, la de ordenar y articular el tratamiento de la lectura, a partir de un objetivo bien claro y definido: la formación de lectores.

Nuestro Plan Lector parte de una idea clara: leer es comprender, progresar en un itinerario que permitirá al alumnado adentrarse con autonomía en una cultura escrita en la que conviven géneros de distinta naturaleza con finalidades comunicativas muy diversas.

El Plan Lector nos permite clarificar cómo vamos a afrontar el tratamiento de la lectura en el centro y qué papel ha de cumplir esta en nuestra práctica de aula.

En este sentido, el Plan Lector debe convertirse en una de las señas de identidad de nuestro centro y ha de ser conocido y compartido por toda la comunidad educativa. Se trata de un documento estable y abierto, pues, por una parte, fija un itinerario lector por el que ha de discurrir el alumnado, pero, a la vez, deja margen a la propia elección de alumnos y alumnas y puede ser modificado y reajustado a partir de su evaluación por parte del profesorado.

La importancia del Plan Lector radica, por tanto, en el hecho de que el tratamiento de la lectura —uno de los ejes fundamentales en la formación del alumnado— pasa a ser un proyecto de centro, suficientemente coordinado y estructurado, conocido y aprobado por todo el claustro, como garantía de una formación básica en lectura que contemple diferentes intereses y perspectivas.

Todas las áreas y materias deben implicarse en la mejora de la lectura, tanto la lectura intensiva (fragmentos y textos breves, continuos y discontinuos), como la lectura extensiva (obras completas). A este propósito contribuyen, sin duda, las segundas lenguas (inglés, francés y alemán) y las llamadas áreas no lingüísticas (ANL), seleccionando textos adecuados al nivel de competencia comunicativa del alumnado y a los contenidos que se trabajen en cada momento.

El lector o lectora de hoy en día necesita desarrollar habilidades que le permitan comprender e interpretar todo tipo de textos. En la programación del Plan Lector hay que tener en cuenta dos aspectos:

  • Las lecturas curriculares se articulan en torno a cuatro grandes ámbitos discursivos:
    • Literario: referido a textos orales y escritos conectados con los diferentes géneros literarios: novelas, cuentos, álbumes ilustrados, obras teatrales, ensayos, etc.
    • Vida cotidiana: se incluyen en este ámbito textos de intención comunicativa muy diversa: notas, avisos, felicitaciones, invitaciones, folletos, facturas, prospectos, envases, textos jurídicos y administrativos, etc.
    • Medios de comunicación: se encuadran en este ámbito los géneros periodísticos (noticias, artículos, reportajes, críticas, crónicas, entrevistas, etc.)
    • Académico: se engloban aquí las lecturas propias de esta esfera de la actividad humana (enciclopedias, monografías, diccionarios, libros informativos, artículos especializados, etc.)
  • En el eje de la lectura intensiva, debemos incluir:
    • Textos continuos: organizados en párrafos, que debidamente cohesionados, forman un texto.
    • Hipertextos: textos para ser escritos y leídos en la red, que incorporan otra forma de leer al establecer un itinerario propio: chat, mensaje de texto, página web, blogs, portales, foros…
    • Textos discontinuos: que requieren para su comprensión de estrategias de lectura no lineal, ya que comprenden gráficos, diagramas o elementos no verbales, tales como infografías o imágenes.

El desarrollo de nuestro Plan Lector se basa en una serie de aspectos:

  • La lectura se programará en todas las áreas y materias curriculares que deberán incluir en sus programaciones a principios de curso las lecturas obligatorias correspondientes. Se tendrán en cuenta, en este sentido las especificidades de cada área a la hora de llevar a cabo su aportación al Plan Lector.
  • Las lecturas obligatorias serán complementadas con lecturas voluntarias, que permitan al alumnado avanzar en su autonomía lectora, compartir sus gustos con el resto de compañeros y compañeras y favorecer la creación de referentes comunes y de una comunidad de lectores en el aula. La elección de lecturas voluntarias se podrá llevar a cabo a partir de listas de títulos amplias propuestas por el profesorado o bien a partir de la propuesta libre del alumnado con el visto bueno previo del docente.
  • En la selección de lecturas se procurará cubrir siempre los ejes de lectura intensiva y extensiva.
  • Se intentará programar lecturas pertenecientes a los cuatro grandes ámbitos discursivos: literario, vida cotidiana, medios de comunicación y académico.
  • Las coordinadoras del PLC, con la aprobación de la comisión PLC, organizarán temporalmente las lecturas, en especial, las extensivas, para evitar que, en un mismo periodo de tiempo, se programe un excesivo número de títulos para un mismo grupo de alumno/as. La información se recogerán en tablas sencillas [ANEXO 9] que servirá para organizar, posteriormente, un cronograma global que contemple el tratamiento de la lectura extensiva en el centro.

ANEXO 9- Plan de Lecturas